martes, 23 de junio de 2009

Un Homenaje, cuatro Revolucionarios

El pasado sábado 20 de junio, frente a la atenta mirada de Bernardo Monteagudo, el Espacio Asambleario organizó un Homenaje conjugando la fecha patria, con el séptimo aniversario de la Masacre del Puente Pueyrredón,
y la conmemoración del nacimiento del Che.
Manuel Belgrano, Darío Santillán, Maximiliano Kosteki, y Ernesto Guevara, mantuvieron una larga conversación por el término de dos horas; donde en medio de los ruidos de la actual campaña electoral, pudieron definir la necesidad de una independencia real y concreta de todo el continente Americano.
Aproximadamente unas 150 personas retiraron los materiales que distribuimos gratuitamente, conteniendo algunas poesías, letras de canciones, fotos, un relato histórico, y la última carta que el Che escribiera a sus hijos.
Agradecemos a todos los compañeros que se acercaron a compartirlo



Estos son algunos de los textos e imágenes que dieron forma a la jornada

CHE

- A lo mejor está debajo de la alfombra.
- A lo mejor nos mira de adentro del ropero.
- A lo mejor ese color habano es una seña.
- A lo mejor ese pez colorado es guerrillero.
- Yo juro haberlo visto de gato en las azoteas.
- Y yo corriendo por los hilos del teléfono.
- Señor, ¿Ha revisado bien adentro de su cama?
- Oh John ¿Qué es esa barba que asoma en tu chaleco?
- Debiéramos filtrar todas las aguas de los ríos.
- Lavar todas las caras de los negros.
- Picar la cordillera de los Andes.
- Poner a South América en un termo.
- Dicen que en Venezuela montaba una guitarra.
- Que en Buenos Aires entraba en bandoneones y discépolos.
- Que en Uruguay punteaba una milonga con el Diablo.
- Y en el Brasil vestido de caboclo bajaba a los terreiros.
- Pero si ayer nomás saltó en Santo Domingo.
- Si en Colombia era cumbia de los filibusteros.
- Si lo vi esta mañana con su risa terrible
Soltándole los duendes al espejo.
- A mí casi me mata la otra noche,
se subió con un millón de sátiros al sueño.
- Ese lío en Bolivia es cosa suya.
- Y esos ladridos en la noche no son perros.
- Y esa sombra que pasa, ¿Por qué pasa?
- Y no me gustan nada esos berridos junto al pecho.
- A lo mejor está en la pampa y es graznido.
- A lo mejor está en la calle y es el viento.
- A lo mejor es una fiebre que no cura,
- A lo mejor es rebelión y está viniendo.


Humberto Costantini ( Argentino) (1924-1987)





OLOR A GOMA QUEMADA

Olor a goma quemada, viene,
de los barrios de la hambruna.
Llama el bombo y el piquete,
corta la ruta.

Llamarada y humo negro, crecen,
y entre chispa y reverbero,
con perfiles de ceniza,
los piqueteros.

Una mujer piel y huesos, marcha
y en sus pechos consumidos,
va amamantando otro hambriento,
recién parido.

Para mi pueblo Argentino, salúd,
la libertad y el trabajo.
La dignidad de los libres del sur,
que tantas veces cantamos.
La dignidad de los libres del sur
que tantos han traicionado.

Yo en patas y hambreado
soy la violencia
y ellos armados hablan de paz...

Olor a goma quemada, temen,
que se chamusque la historia.
Dos cosas que les espantan,
pueblo y memoria.

Con un " me duele" de reuma, llegan,
hasta los hipermercados
a reclamar la comida,los jubilados.

Y van al corte compadre, firmes,
frente a la gendarmería
y en las ollas populares
clama la vida.

Para mi pueblo Argentino, salúd,
la libertad y el trabajo.
La dignidad de los libres del sur,
que tantas veces cantamos.
La dignidad de los libres del sur
que tantos han traicionado.

Yo en patas y hambreado
soy la violencia
y ellos armados hablan de paz...

Rafael Amor

Manuel Belgrano, Militante de la Revolución

Manuel Belgrano, sin duda uno de nuestros más grandes hombres, con frecuencia injustamente desvalorizado, retaceado en su significación histórica, y en ciertos períodos de la vida nacional completamente olvidado. Quizás muchos no sepan, por ejemplo, que al momento de su muerte y durante casi treinta años el nombre de Manuel Belgrano fue borrado, y sólo se conservó en el recuerdo de unos pocos que habían militado en su ejército y en las tradiciones de los pueblos del Norte argentino, que siempre, hasta el día de hoy, veneraron su memoria. La propia ciudad que lo vio nacer, Buenos Aires, la ciudad que pretendía, en las horas de triunfo, congratularse de este hijo ilustre que “hacía un ornamento al suelo en que nació”, ni siquiera supo durante un tiempo que Belgrano había fallecido.
Pero hay una distorsión de la memoria que es tan ingrata como el olvido. Es cuando a una figura histórica se la vacía de contenido, cuando se reduce y simplifica su accionar hasta hacerlo incomprensible, cuando se la desvaloriza. Ya Alberdi señalaba que algunos personajes, como Mitre y Sarmiento, se paraban sobre Belgrano “para recomendarse ellos”. En lugar de elevarse a las virtudes de Belgrano –observa Alberdi- rebajaban al héroe a su nivel. , haciendo hincapié en sus defectos, para mostrarse ellos “superiores en saber militar, en política, en energía de hombres de Estado”. A posteriori se impuso otra distorsión: la de reducir el papel de Belgrano a una estampa escolar, a la creación de la bandera, minimizando el resto de su obra y de su prédica, e incluso privando de significado real al acto de creación de la enseña independiente, como si todo su mérito hubiera consistido en la brillante idea de hacer coser dos pedazos de trapo.
Cuando vemos, además, que la bandera de Belgrano es utilizada para defender ideas diametralmente opuestas a las que él defendió -cuando, por ejemplo, los ruralistas utilizan la bandera nacional para sus reivindicaciones sectoriales, ignorando cuánto despreciaba Belgrano a quienes hacen prevalecer sus intereses particulares por sobre el interés general de la Nación, o bien cuando una radio capitalina, que se caracteriza por predicar en contra de los derechos humanos diciendo que estos son para defender a los delincuentes, hace marketing en las fechas patrias regalando banderitas a los automovilistas, sin mencionar que el creador de esa bandera fue quien introdujo los derechos humanos en el Río de la Plata-, se comprende la necesidad de refrescar, entonces en qué ha consistido la obra y el pensamiento de este gran hombre, de este verdadero Padre de la Patria, quien, en su modestia, rehusaba ese título que le prodigaban sus admiradores diciendo: “Me contentaría con ser un buen hijo de ella”.
2) El verdadero Manuel Belgrano
Frente a la visión distorsionada de Belgrano, la que lo presenta como un hombre ingenuo, candoroso, bonachón, bienintencionado pero poco eficaz, la visión “descafeinada” de Belgrano como una suerte de promotor de una secesión administrativa de España, hay que erigir el recuerdo del verdadero Belgrano, que no siempre resulta cómodo y digerible para todo el mundo.
Belgrano fue, antes que nada, uno de los principales cuadros revolucionarios de América. Siendo uno de los hombres más ilustrados de su tiempo (el inglés Samuel Haigh recuerda la fama que su cultura y talento superior tenían en el ex virreinato), su compromiso inquebrantable con la causa revolucionaria lo hizo trascender el papel meramente ideológico para convertirse en un cuadro completo y versátil, en la triple faz intelectual, política y militar.
Ya antes de la Revolución, en su actuación desde la Secretaría del Consulado, sus colaboraciones en el Correo de Comercio, el Semanario de Agricultura o el Telégrafo Mercantil, su intervención en los clubes patrióticos y en las conspiraciones independentistas, apareció como uno de los principales ideólogos de la Revolución de Mayo. Producida ésta, debió asumir roles ejecutivos, y sus dotes de organizador sumamente eficaz y pragmático lo convirtieron en un elemento indispensable, al que siempre se recurría en situaciones desesperadas, sin que jamás, en momento alguno, eludiera los sacrificios y peligros que tales llamados del gobierno revolucionario representaban. El mejor ejemplo de ello fue su asunción de la Jefatura del abandonado y desahuciado Ejército del Alto Perú que se relata en mi libro, donde tuvo que aprender en el terreno para “medio desempeñarse”, según sus propias palabras.
Pero quienes pretenden reducir su actuación al frente de fuerzas militares a meros episodios bélicos desconocen que, como general revolucionario, sus funciones tuvieron siempre un marcado carácter político y propagandístico. Fue Belgrano el encargado de difundir los ideales y principios de la Revolución en las provincias interiores, y lo hizo con tal eficacia que regiones enteras, como el Noroeste argentino, quedaron incorporadas al movimiento revolucionario gracias a su casi solitario accionar. Si otras regiones, como Paraguay y el Alto Perú, fueron aisladas de la influencia revolucionara a causa de los contrastes militares, la prédica emancipadora de Belgrano no dejó de dar frutos en esos países, como se manifestaría en sucesos posteriores. Muchos años después de la fallida campaña de Belgrano, los indios del Alto Perú todavía recordaban a Belgrano como uno de sus benefactores.
Belgrano fue un verdadero militante revolucionario. Su modestia y constante disposición a servir en cualquier frente y con cualquier escalafón, desde general al mando hasta “simple soldado con el fusil al hombro” como él mismo solía decir, desde integrante del poder ejecutivo hasta oscuro agente diplomático, así lo demuestran. Su entrega a la causa revolucionaria fue total. A ella sacrificó afectos, felicidad, familia, fortuna, sueldos, salud y finalmente vida. Mucho tiempo antes de su muerte, asistentes, familiares y amigos se empeñaron en convencerlo de pedir licencia militar, sin lograrlo sino cuando la enfermedad estaba tan avanzada que no le era posible tenerse en pie. Ya en su lecho de muerte, sorprendido por sus amigos con una expresión de melancolía y preguntado en qué pensaba, respondió: “En la eternidad adonde voy y en la querida tierra que dejo. Tal vez mis buenos paisanos, que todavía los hay, trabajarán en remediar sus desgracias”. Pues hasta sus últimos pensamientos los dedicó a la causa de la patria que había abrazado en su juventud.

extractado de la página http://www.gustavocoronel.com.ar/Manuel-Belgrano-Militante-de-la.html
autor: Gustavo Coronel

Palabras de Gaston leídas a los compañeros

Estamos recordando a luchadores que se brindaron por los otros, dejando de lado las pretensiones, hasta el punto de olvidarse de ellos mismos. Tal vez desde planos diferentes y en distintas épocas, tres argentinos brindaron su juventud y su vida, para cambiar un mundo (pensado para la mezquindad); y hacerlo mejor.
El paso de los años construye etapas, transforma vidas; que constituyen la historia.
El 2002 ya forma parte de “nuestra” historia, trazada por conflictos intestinos, por Presidencias convertidas en Monarquías; pero también por hombres capaces de comprender que su sufrimiento es compartido, comprender como la desocupación tocó a su puerta y también las de otros, las de muchos; muchos otros.
Decidieron dejar de lado el abandono, de culparse a ellos mismos, algunos abandonaron la depresión, o se negaron a emigrar a otros países. Se decidieron por la lucha; llevarla a la calle transformando en protestas sus problemas.
Tal vez algunos no compartan los métodos, pero acaso, ¿no hay, ni hubo, miles; millones de personas sin empleo?
Entonces aunque las Radios y la Televisión se enojen, la vida sigue allí, junto a las necesidades.
Al unísono los de abajo gritaron ¡ Piquete!. Arriba, desde el Poder dijeron ¡MILITARIZACION!, ¡REPRESIÓN!,
¡¡¡ REPRESIÓN !!!.
Nos podemos dar cuenta, de cómo los más fuertes pueden con los más débiles; y la consecuencia de ello es que hoy estemos aquí.
Maximiliano Kosteki y Darío Santillán son dos mártires de los Desocupados.
Así como los trabajadores tuvieron los suyos, hizo falta el sacrificio de hombres llenos de vida, para que las carencias de los Trabajadores Desocupados fueran escuchadas.

Colaboración : Gastón

Carta de Ernesto Guevara a sus hijos Marzo 1965

A mis hijos,
Queridos Hildita, Aleidita, Camilo, Celia y Ernesto:
Si alguna vez tienen que leer esta carta,
será porque yo no esté entre ustedes.
Casi no se acordarán de mí y los más chiquitos no recordarán nada.
Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y,
seguro, ha sido leal a sus convicciones.
Crezcan como buenos revolucionarios.
Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza.
Acuérdense que la Revolución es lo importante
y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada.
Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo
cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo.
Es la cualidad más linda de un revolucionario.
Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía.
Un beso grandote y un gran abrazo de
Papá


Breve reseña sobre Darío y Maxi
Uno peleaba por arrancarle a la miseria un futuro digno y con trabajo.
El otro quería pintar con palabras y colores, esa lucha desigual contra el sistema, que aplasta siempre a los más débiles.
Para nosotros, Darío y Maxi, son dos compañeros más que nos quitan.
¡ Dos revolucionarios menos ! para los enemigos de nuestro pueblo.
“voy a dejar al país en aguas calmas” anunciaba un presidente electo por la corrupción política, que estaba aterrorizada.
No alcanzaban ni la represión, ni las patotas, ni los aprietes;
los desocupados seguían organizándose, ¡piquete y cacerola, la lucha era una sola!.
Ese 26 de junio del 2002, el sol no calentaba, y el aire olía a muerte.
En las dos semanas previas, en un país todavía convulsionado por la movilización popular; los que tendrían que haberse ido, comenzaban a proferir amenazas, para imponer un disciplinamiento que no lograban.
¡ tenían miedo !
Hablaban de imponer la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad interior.
Hablaban de grupos armados dentro de las organizaciones de desocupados que querían tomar el poder; infiltrando gente en las asambleas piqueteras y en las movilizaciones.
Esa mañana participaron las fuerzas represivas de la Policía Federal, la Provincial. Gendarmería y Prefectura, “un operativo que no permitiría que avanzaran hacia capital” según las palabras del Ministro de Interior.
Helicópteros, carros hidrantes, fuerzas de choque apostados en todos
los accesos a la ciudad.
En todos hubo represión, pero en el Puente Pueyrredon fue una verdadera masacre.
Con la excusa de un enfrentamiento entre piqueteros, desataron una cacería que se prolongó durante horas, y se extendió a mas de 30 cuadras del puente.
Más de 130 heridos, muchos con disparos de bala de plomo,cientos de detenidos en las comisarías, irrumpiendo en hospitales para detener gente herida; allanamientos a viviendas particulares y localespolíticos; golpes y torturas al mejor estilo de la dictadura; mentiras y
complicidad de los medios, para tapar el accionar criminal.
Clarín poseía las fotos de los fusilamientos de Darío y Maxi, sin embargo las escondió hasta que fue imposible ocultarlas, y entonces el discurso pasó de “enfrentamiento entre piqueteros ”, a reconocer los crímenes de la Policía Bonaerense, al mando del Comisario Inspector Alfredo Franchioti, quien junto al ex cabo Alejandro Acosta recibieron 25 años de condena.
Es difícil saber que hubiera pasado en la Argentina sin los crímenes de Darío y Maxi, lo concreto es: ningún otro personal de seguridad fue preso.

Los responsables políticos, aquellos que dieron las órdenes, continúan sin juicio ni castigo, pero debemos hacer un ejercicio de memoria, y recordar sus nombres:

Luis Genoud: Mtro de Seguridad y Justicia de la provincia de Bs As., responsable político directo del accionar de la bonaerense, fuerza a la que pertenecían quienes dispararon con munición de guerra.
Juan José Álvarez: Secretario de Seguridad de la Nación. Al mando del operativo conjunto de las fuerzas que acompañaron a la policía provincial en la represión. La Federal, la Gendarmería y la Prefectura Nacional, junto a la Bonaerense, actuaron bajo el mismo mando en una acción coordinada.
Alfredo Atanasof: Jefe de Gabinete. En la misma sintonía que este alto funcionario del Gobierno Nacional, los policías que cometieron los asesinatos dijeron que “los piqueteros se mataron entre ellos”.
Jorge Matzkin: Mtro del Interior. Dio la conferencia de prensa posterior a los crímenes donde el gobierno instaba a los gobernadores provinciales a “tomar medidas” ante la “espiral de acciones concertadas” que configurarían un plan insurreccional por parte de los piqueteros, en un claro mensaje de reivindicación de la represión.
Carlos Soria: Secretario de la SIDE. Elaboró los informes que hablaban de infiltración de la guerrilla colombiana entre asambleístas y piqueteros, los difundió en ámbitos políticos y periodísticos buscando convencer de una escalada de violencia guerrillera, y sobre la hipótesis, justificar la represión.
Oscar Rodríguez: vice-jefe de la SIDE. Desde una sede operativa a su cargo, partieron tres llamadas al celular de Fanchiotti. Por ser hombre de extrema confianza de Duhalde, así como los antecedentes de proceder mafioso como intendente de un distrito bonaerense, lo vinculan con el comisario Fanchiotti en otros hechos ilegales previos a esta Masacre.
Jorge Vanossi: Mtro de Justicia. En base a falsos reportes de inteligencia, presentó una denuncia contra los manifestantes apelando a la ley de “defensa de la democracia”.
Felipe Solá: Gobernador de la provincia de Bs As. Avaló y felicitó públicamente al comisario Fanchiotti, autor de los crímenes.
Eduardo Duhalde: Presidente de la Nación. “No lo vamos a permitir más, hay que ir poniendo orden”, dijo, días antes de la represión, en referencia a la decisión de evitar los bloqueos a los puentes de acceso a la Capital. Por boca suya hablaron, en los días posteriores, los ministros citados que ratificaron carácter de “decisión de Estado” la represión criminal.

Darío y Maxi

¡¡¡ PRESENTE !!!